Blogia
Página personal de Alfredo Barragán

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN LA EDUCACIÓN DE PERSONAS ADULTAS: EXPERIENCIAS DE TALLERES DE ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE.

Alfredo Barragán Díaz.
Centro de Adultos de Sanlúcar.

La Educación de Adultos, entendida como proceso encaminado al logro de un desarrollo integral de las personas adultas que les capacite, tanto para una mejor comprensión crítica de la sociedad y el medio donde se desenvuelven, como para la contribución en su mejora y desarrollo; no podía estar al margen de lo que se ha venido en llamar Educación Ambiental:

“...el resultado de una nueva orientación de las diferentes disciplinas y experiencias educativas (ciencias de la naturaleza, ciencias sociales, artes y letras, etc.) que permiten percibir el medio ambiente en su totalidad y emprender con respecto a éste una acción más racional y adecuada para responder a las necesidades sociales.”

Unesco-Conferencia de Tbilisi,1977.
Se trataba en esa Primera Conferencia Intergubernamental de establecer un punto de partida de un programa internacional de educación ambiental y donde se planteaba también que esta debía planificarse atendiendo a los siguientes enfoques:
- Enfoque orientado hacia la resolución de problemas
- Enfoque interdisciplinar
- Comunitario que integre la educación en la comunidad
- De educación permanente orientado hacia el futuro.

Definición y planteamiento que a todos los que nos hemos venido ocupando de la educación de adultos, no puede más que resultarnos familiares , cuando no coincidentes con los principios metodológicos de la educación que hemos venido desarrollando. Pero es más, diez más tarde, en el IIº Congreso de Educación Ambiental, organizado por la ONU, en Moscú, se define a ésta como “proceso permanente en el que los individuos y la colectividad cobran conciencia de su medio y adquieren los conocimientos, los valores, la voluntad individual y colectiva para resolver los problemas actuales y futuro del medio ambiente” . Introduciéndose el concepto de “permanente”, tan propio y consustancial de la Educación de Personas Adultas, que ya es difícil de entender, si no es unida al de educación permanente, a “una nueva actitud del hombre [la persona] frente a la tarea continua del perfeccionamiento personal” .
Lo mismo podemos decir , tanto de lo planteado para la educación por la Conferencia de Río de Janeiro (1992), donde ampliamente se insiste en estos aspectos de la educación ambiental y que desembocan en las Agendas 21, como en lo abordado paralelamente en la Conferencia de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Desarrollo , donde se elabora el “Tratado de Educación Ambiental hacia una Sociedad Sostenible y de Responsabilidad Global” , en el que se vuelve a insistir en el concepto de educación ambiental como proceso de aprendizaje permanente basado en el respeto a todas las formas de vida, afirmando valores y acciones que contribuyan a la formación humana y social con el fin de conseguir la preservación ecológica, estimular la formación de sociedades justas y ecológicamente equilibradas que establezcan entre sí relaciones de interdependencia y diversidad. Para ello se requiere responsabilidad individual y colectiva, a nivel local, regional, nacional y planetario.

Esa confluencia (entendemos “natural”), entre educación ambiental y educación de adultos ha venido propiciada, no sólo por las coincidencias en los fines y en las metas, sino que también , y muy especialmente, por los fundamentos metodológicos. Tanto por esas bases que asentó Paulo Freire, de educación crítica y liberadora, de educación para el compromiso social, su investigación acción , que al menos remotamente, inspiró a todos los planteamientos de educación de adultos de la década de los 80; como de los curricula de compromiso activo, o de tendencia creativa (Participador-Investigador), que siguiendo a Rodríguez Fuenzalida , es donde se podría situar el Nuevo Diseño Curricular de Educación de Adultos , elaborado por la Consejería de Educación en 1988 para Andalucía. Nuevo Diseño Curricular (NDC) que tan fecundos procesos creativos y de innovación pedagógicas promovió en el desarrollo de la Educación de Adultos de aquellos tiempos, una educación de adultos que seguía poniendo el acento en la investigación, en el descubrimiento de las situaciones problematizadoras del medio, en la búsqueda de respuestas interdisciplinares y en el compromiso que llevara implícito la toma de postura. Lo propio que desde la misma educación ambiental se pretende propiciar: conocer para la acción, para cambiar la realidad.
Una mera revisión de ese NDC, nos desvela que ya entre las metas propuestas para la educación de adultos, se incluían:
“Fomentar hábitos de defensa, conservación y comprensión del medio que nos rodea como un patrimonio natural que podemos disfrutar y tenemos la obligación de transmitir, si es posible, mejorado, a las generaciones que nos sucedan”.
O también:
“Favorecer las ideas y proyectos que se orienten a la divulgación del pacifismo”
Que en no pocas ocasiones nos llevó , al incorporarlas a nuestras prácticas docentes, a enfrentamientos, más o menos velados, con poderes locales o institucionales, que no entendían o compartían esas tomas de posturas desde los Centros de Adultos.
Abundando en lo mismo, entre los objetivos generales para los distintos ciclos de estas enseñanzas,se plantean los de la investigación del medio y los del desarrollo de una capacidad crítica, así:
“Mantener la realización de ejercicios que contribuyan a desarrollar la capacidad crítica, para que, a partir del conocimiento del medio, difundan actitudes de respeto y defensa, tanto del patrimonio cultural y artístico, como del propio patrimonio natural andaluz.”
O más explícitamente, para el tercer ciclo:
“Desarrollar, mediante trabajos de descubrimiento, el respeto al entorno natural –medio ambiente-, favoreciendo su defensa y conservación, participando en la solución de aquellos problemas ecológicos y de defensa de la naturaleza que se produjeran en la localidad

Es por ello, y que siguiendo estos objetivos, los instrumentos didácticos de organización de los conocimientos que se proponen , los núcleos temáticos de investigación, incorporaran entre sus tratamientos los de la propia educación ambiental , haciendo de la metodología global – 1º y 2º ciclos-, o de la interdisciplinariedad –3º ciclo-, el eje vertebrador para su desarrollo.
De ahí que el tratamiento medioambiental se constituyera en uno de los ejes sobre los que se apoyara el desarrollo de los Núcleos Temáticos de Investigación . O que los mismos Centros de Interés de dichos Núcleos Temáticos, donde se materializaban los aprendizajes significativos, fueran de temática y situaciones problematizadoras de indudable matiz medioambiental. El estudio de la localidad o el entorno, el agua, la sequía, el propio Medio Ambiente, la contaminación, determinados proyectos de impacto ambiental significativos, etc.: han sido con frecuencia temáticas abordadas por los Centros de Adultos. Se daba respuesta así, desde la práctica a dos de las directrices metodológicas con las que se recomendaba abordar la Educación Ambiental: la transversalidad y la interdisciplinariedad.

Todo este rico e innovador proceso de renovación pedagógica, entendemos, quedó seriamente comprometido con el cambio de concepción educativa y de diseño que acometió la Consejería de Educación en 1997, a fin de “adaptar”, la Educación de Adultos a la LOGSE, mediante el Decreto 156/97, de 10 de junio, por el que se regula la formación básica en educación de adultos . Se resuelve mediante dicho Decreto el debate entre currículum específico o currículum adaptado, optándose claramente por esa segunda opción. Pierde de esta manera, la especificidad que hasta el momento había gozado la educación de adultos de Andalucía y con ella muchas de las peculiaridades metodológicas comentadas. El currículum y sus tratamientos se hacen más académico y escolar y el propio concepto de educación permanente se pone en tela de juicio al segregarse la continuidad de estas enseñanzas entre los IES, que serán ahora los encargados de la secundaria de adultos (la ESA), y los propios Centros de Adultos donde solo se impartirá hasta la Formación Básica.

Pues bien, y a pesar de todo ello, que lo seguimos defendiendo y propiciando, apreciábamos que determinados contenidos , instrumentos y técnicas de la Educación Ambiental, o eran abordados muy superficialmente , o simplemente las limitaciones de tiempo, entre otras, hacían que no se trabajasen. Es por lo que a partir de la Orden de 9 de junio de 1998 que desarrolla los Planes Educativos y que concretamente dentro del ámbito social contempla los de medio ambiente, decidimos abordar experiencias de Educación Ambiental de manera específica, sin menoscabo en absoluto de los tratamientos medioambientales que seguimos desarrollando dentro de nuestras unidades temáticas.

Desde esta perspectiva, presentamos dos experiencias desarrolladas en nuestro Centro durante los cursos 98-99 y 99-2000, como Planes de Desarrollo Comunitario y Animación Sociocultural de Ambito Social: Una centrada en el estudio del entorno medioambiental de la localidad, a partir del reconocimiento y caracterización de sus unidades ambientales y otra , más concreta, que lo hace en la interpretación de uno de sus paisajes más singulares como son los que antaño formaron el Lago Ligur en el estuario del Guadalquivir.

0 comentarios